Era un entrante dentro de nuestra línea defensiva en el sector. Corríamos el riesgo de vernos cercados si atacaban desde allí. El pueblo estaba fuertemente defendido por un batallón de infantería y un pelotón de Sherman.
Por ello se me ordenó tomar St. Mere Dumont a toda costa.
Envié a los soldados más fogueados de la División para entrar en contacto con el enemigo, su objetivo era tomar una posición al Sur y defenderla hasta la llegada de un pelotón de cañones de asalto que estaba en camino.
El posicionamiento de un mortero consiguió reestablecer la situación, lo que aprovechamos para que un solitario panzergrenadier armado con un Panzerschreck destruyera el depósito enemigo.
Los americanos pasaron al ataque acompañados de carros de combate, los cuales fueron destruidos uno a uno por nuestros anti-tanques. Mientras, la infantería era diezmada por ráfagas de ametralladora.


Un bombardeo de nuestros lanzacohetes destruyó el cuartel general aliado, al mismo tiempo que unos valientes panzergrenadier destruyeron el hospital de campaña.

Un bombardeo de nuestros lanzacohetes destruyó el cuartel general aliado, al mismo tiempo que unos valientes panzergrenadier destruyeron el hospital de campaña.
Tras una dura lucha, la valentía y determinación de nuestros soldados obligó a los yanquis a emprender la retirada..."

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